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Por la recuperación de nuestro patrimonio histórico y cultural
![]() Collar dientes de jaguar. Talamanca. Carl Bovallius. 1882
LA COLECCIÓN DE ARTEFACTOS INDÍGENAS RECOLECTADA POR GABB DEBE SER DEVUELTA AL PAÍS
Orlando Barrantes C.
Guápiles, marzo 2009
Por la recuperación de nuestro patrimonio histórico y cultural
LA COLECCIÓN DE ARTEFACTOS INDÍGENAS RECOLECTADA POR GABB DEBE SER DEVUELTA AL PAÍS
Orlando Barrantes
Guápiles, marzo 2009
Una valiosa y excepcional colección de artefactos indígenas, única en su género, recolectada por el geólogo William More Gabb entre las sociedades bribris, cabécares y teribes de Talamanca durante los años 1873-1874, se encuentra depositada desde hace 135 años en el Museo del Instituto Smithsoniano de Washington, Estados Unidos. Los documentos históricos demuestran que esta colección pertenece al Gobierno de Costa Rica y por el valor histórico que representa para todos los costarricenses, debe ser devuelta al país. Los actuales pueblos indígenas de Talamanca tienen el derecho de recuperar lo que sus ancestros entregaron de buena fe, y crear con la colección un museo etnográfico de primer orden en Talamanca.
Aproximación sobre lo que contiene la Colección
Es posible hacerse una idea del maravilloso contenido de la colección leyendo el informe que Gabb presentó al gobierno costarricense (El último cacique, Claudio Barrantes, EUNED, febrero 2009, San José),. Evidentemente, lo que reseña el informe Gabb es apenas una pequeña parte del total de la colección:
Sábanas y envoltorio mortuales
“…Cuando se acerca el día, cierto número de personas van al lugar donde el cadáver fue depositado. Una de ellas, destinada para semejante trabajo impuro, abre el lío, limpia y arregla los huesos y los empaqueta en un bulto como de dos pies de largo, después los envuelve en un pedazo de tela manufacturada por ellos y preparada con pinturas de un modo alegórico. Estas sábanas, como de cuatro pies de largo por dos de ancho, están pintadas con un jugo vegetal rojo en figuras de dos a cuatro pulgadas de largo. Los emblemas varían conforme la causa de la muerte del individuo, según fue de fiebre o de otra enfermedad, de vejez, mordedura de culebra, herida, etc. Una de estas sábanas que se encuentra en el Museo Smithsoniano se pintó para una persona que se supone murió a causa de una mordedura de culebra…”
“…A los guerreros bribris, que pelearon en la guerra contra los tiribíes, se les honraba con un ceremonial algo diferente. Hoy todos han desaparecido y la ceremonia también. Al tiempo de la fiesta mortuoria entraba una persona en traje talar, peluca y máscara. El traje y la peluca se hacían de mastate o corteza de árbol, cubiertos de musgo de barba de viejo, cosido sobre el traje talar y la peluca, formando una masa desgreñada y casi informe. La máscara la hacían de una media calabaza de árbol a la que se le agrega una nariz de cera, etc. Un indio anciano me hizo una copia de todo el atavío, y se encuentra hoy en el Museo de Instituto Smithsoniano...”.
Cerbatanas
“En cierta ocasión, al comprar varios utensilios bajé de un camastro dos o tres cerbatanas, que a juzgar por el polvo que las cubría debían de haber estado en reposo por algunas semanas, quizás por meses. Al extender el brazo, oí el grito de alarma de bukurú por todas partes…”.
Collar de dientes de tigre del Usékar
“(El Usékar)… estando en Cabécar nos visitó dos veces… Su vestido consistía en una camisa blanca, no muy limpia, unos calzones de tejidos de algodón, un pañuelo rojo brillante arrollado y atado alrededor de la cabeza, y un magnífico collar formado de cuatro sartas de grandes dientes de tigre. Dos de éstas me las vendió por medio peso…”.
Armas
“Poseen arcos de flechas hechos de especie de palmera muy fuerte. Son derechos y generalmente como de cinco pies de largo. La cuerda se hace de la fibra de la mejor especie de agave. Las flechas son de tres clases. Todas miden de dos y medio a tres pies de largo y se hacen del tallo de la flor de caña silvestre. Esta es una masa de médula, con una cáscara delgada y dura en el exterior que le da la dureza necesaria…La punta de la flecha desde hasta cuatro pies de largo, se hace de la misma madera de arco. Para pescar se aguza en punta y le hacen una, dos o tres muescas, o bien las hacen redondas…En las riñas usan un garrote de más de seis pies de largo de casi una pulgada de espesor, como de dos dedos de ancho y hecho de la misma madera que los arcos, las flechas y las macanas de sembrar. Es muy pesado y lo hacen con los dedos y pulgares de ambas manos de manera que pueden defenderse de los golpes.
…usan la cerbatana… están provistas de doble mira en la punta hecha de dos cuentas de cristal, colocadas a distancia de media pulgada una de otra…
Los bodoques son bolillas de arcilla que se preparan de antemano, y se llevan en una pequeña red y con ellos dos instrumentos de huesos…
Durante a guerra entre bribris y tiribíes al principio de este siglo el arma principal que se usó consistía en una lanza con la cabeza de hierro, unida a un mango liso de madera, apenas de cuatro pies de largo. Para la defensa llevaban escudos redondos de brazos, hechos de la parte más gruesa de la piel de tapir. Tuve la fortuna de procurarme ejemplares, tanto de ambos como de casi todos los demás instrumentos, que ya he descrito. Se encuentran todos en el Museo del Instituto Smithsoniano”.
Instrumentos musicales
“Una flautilla, tan musical como un pito de a penique, se agrega a veces al concierto, aunque parece ser considerada más bien como un juguete. Hacen estas flautillas de un hueso de alguna ave, tal vez de pelícano. Tiene el hueso seis agujeros y el extremo tapado con cera, de manera que se dirija el aire a la apertura mayor, cerca de la punta. A un tiribí le compré uno hecho del hueso de un venado”.
Ricardo Fernández Guardia en su obra Reseña Histórica de Talamanca (Primera Edición EUNED, 2006) menciona otro artefacto:
Artículo religioso
“Quemaron (los sublevados de Pablo Presbere y Pablo Comesala en 1709) las 14 iglesias de las misiones, y de tal modo destruyeron y dispersaron todos los objetos litúrgicos, que todavía en 1874 un geólogo norteamericano, William M. Gabb, pudo descubrir en un riachuelo, cerca de Cabécar, un trozo de incensario, que cedió al InstitutoSmithsoniano de Washington”.
Sobre William More Gabb, geólogo norteamericano
William More Gabb, geólogo norteamericano, nació en Filadelfia, Estados Unidos, en 1839. Poco antes de venir a Costa Rica enviudó de su esposa Virginia R. de Gabb, quien murió en La Vega, República Dominicana, el 21 de agosto de 1870. Gabb se encontraba en ese país contratado para levantar el mapa geológico de Haití y Santo Domingo, pues, pese a su relativa corta edad era ya una figura prominente en la comunidad científica de Norteamérica. Anteriormente había tenido una muy importante participación en la expedición geológica de California en 1863, bajo la dirección de J.D. Whitney. Trabajó casi veinte años en el servicio geológico de su país y fue electo como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de su país.
Gabb llegó a Talamanca en marzo de 1873, y salió del país en setiembre de 1874. Nunca más regresó, pues murió en su país en 1878. William More Gabb es considerado el pionero de la geología costarricense. Creó el primer mapa geológico detallado de una gran parte del país, que abarca desde la ciudad de Limón hasta Bocas del Toro, y desde la costa caribe hasta la parte más alta de la cordillera de Talamanca. Al igual que varios científicos que visitaron al país en la segunda parte del siglo XIX, hizo un esfuerzo muy grande para conocer los lugares más apartados de las montañas de Talamanca, en medio de muchas penalidades y situaciones difíciles de imaginar hoy en día.
Sostuvo en general una buena relación con los indígenas. Incluso tan cercana que acá quedó un hijo suyo, Guillermo Gabb Lyon (centro, con penacho, foto adjunta), producto de su relación con Florencia, del clan kchautöwak (“dueños de la casa del achiote”), hermana de una indígena perteneciente aparentemente a la nobleza talamanqueña, quien vivía en Sipurio casada con John H. Lyon, comerciante originario de Baltimore y radicado en Talamanca desde 1858.
El hijo de Gabb recibió educación formal en San José por cuenta del gobierno terminando la primaria en la Escuela Nueva de Alajuela y la secundaria en el Liceo de Costa Rica. Luego de graduarse prefirió regresar a Talamanca en donde formó hogar con Victoria, hermosa hija de la reina viuda del mismo nombre y sobrina del rey Antonio Saldaña. En la sociedad bribri Guillermo fue nombrado bikakla, un cargo ceremonial y como tal debió recibir entrenamiento místico. Los bikakla realizaban además una iniciación especial y portaban un bastón como indicador de su rango.
¿Porqué Gabb en Costa Rica?
Henry Meiggs, tío de los hermanos Henry Meiggs y Minor Cooper Keith, conocidos en Costa Rica por la construcción del tren atlántico y las primeras explotaciones bananeras, entre otras actividades, era un estafador norteamericano convertido en empresario en Sur América, que tuvo que huir apresuradamente de su país y llegó a Chile en 1855 en donde ganó dinero y fama. En 1871 un representante del Presidente Tomás Guardia lo contactó en Perú y firmaron el contrato de construcción del ferrocarril del Atlántico costarricense. El tío cedió el contrato a sus dos ambiciosos sobrinos. Estos especulaban mucho sobre la existencia de grandes yacimientos minerales en Costa Rica, especialmente oro, y por eso buscaron un geólogo que se hiciera cargo de las prospecciones en Talamanca. Contrataron entonces a Gabb, de quien conocían muy bien sus trabajos en diferentes países y la reputada seriedad de sus investigaciones.
La colección de artefactos indígenas recolectada por Gabb es propiedad del Gobierno de Costa Rica
El contrato firmado entre los hermanos Keith y Gabb luego fue cedido al gobierno de Costa Rica, según cuentan por asuntos políticos, aunque en el trasfondo de esa negociación estaban los problemas financieros que afrontaban los hermanos Keith por la crisis económica de Europa. La demostrada influencia de los Keith sobre los gobiernos costarricenses siempre les procuró favores especiales.
De manera que el gobierno de Costa Rica fue el verdadero patrono de Gabb. Todavía en 1921 un cesionario de los derechos de Gabb, John I. McDuffie, presentó un reclamo al gobierno costarricense por $80.533,85 como pago por los trabajos realizados por Gabb cuarenta y siete años antes. Al final se le reconocieron $5.000.oo. Este hecho demuestra que Gabb fue pagado directamente por el gobierno de Costa Rica. Por lo tanto, todo lo resultante de su investigación geológica, incluidos sus trabajos de historia natural con la colección incluida, pertenece al Gobierno de Costa Rica, o sea, a su pueblo, y en primer lugar, a las comunidades indígenas actuales de Talamanca.
Sobre las razones por las cuales Gabb no entregó al gobierno de Costa Rica la colección etnográfica, como sí lo hizo con los informes científicos, hay que recordar que en ese momento no existían en el país condiciones que permitieran apreciar y sobre todo resguardar semejante legado cultural. El Museo Nacional fue creado hasta en 1887, mucho después de que el científico saliera del país. Gabb pensó, y lo dijo con justa razón, que los artefactos recolectados no estaban seguros en Costa Rica. Pero 135 años después las cosas han cambiado. En Costa Rica ya tenemos la suficiente experiencia y conciencia para el manejo y custodia de nuestro material histórico. Incluso, es la misma Talamanca, de donde salió la colección, la que debe alojar en su seno este tesoro cultural.
Honremos nuestra historia. Ya es hora de que regrese a casa lo que nos pertenece, lo que es nuestro.
ANEXO
Sobre el Instituto Smithsonian
El Instituto Smithsonian es un complejo de museos con la mayoría de sus instalaciones en Washington, D.C. La forman 19 museos y siete centros de investigación. Fue creado por ley federal el 10 de agosto de 1846, y contó con fondos legados a los Estados Unidos por el científico británico James Smithson “para aumentar y difundir el conocimiento”.
Tiene 142 millones de piezas de museo, colecciones y muestras en su fideicomiso. La Institución, que también es un centro de investigaciones, se dedica a la educación pública y a otorgar becas en los campos del arte, la ciencia y la historia.
Diez de los museos y galerías del Smithsonian están ubicados en el National Mall (la Explanada Nacional) entre el Monumento a Washington y el Capitolio de los Estados Unidos. Otros seis museos y el parque zoológico se encuentran en otros lugares en el área metropolitana de Washington. El Museo Nacional de Diseño Cooper-Hewitt y el Centro George Gustav Heye del Museo Nacional del Indígena Americano están ubicados en la Ciudad de Nueva York. Un nuevo museo del Smithsonian, el Museo Nacional de Historia y Cultura Africana-Americana, se establecerá en el National Mall en Washington, D.C.
CONSULTAS
Alejandra Boza Villareal. Política en la Talamanca indígena: el estado nacional y loa caciques. Costa Rica, 1840-1922.Anuario de Estudios Centroamericanos, Universidad de Costa Rica. 2003.
Claudio Barrantes Cartín. El último cacique. Talamanca, Siglo XIX. Primera edición. Euned. 2009.
Fernández Esquivel, Patricia y González Vásquez, Fernando.1997. Antonio Saldaña. Último “Rey de Talamanca”. Catálogo de Exhibición. Fundación Museos Banco Central de Costa Rica. San José. Obtenido de la red mundial el 15 de febrero de 2009.
María Eugenia Bozzoli. Oí decir del Usékar. Primera Edición. EUNED. 2006.
Ricardo Fernández Guardia. Reseña Histórica de Talamanca. Primera edición. EUNED, 2006.
Ronny Viales y Bach, Patricia Clare. El Estado, lo transnacional y la construcción de comunidades científicas en la Costa Rica liberal (1870-1930). La construcción de un “régimen de cientificidad”.Diálogos. Revista electrónica de historia. Escuela de Historia. Universidad de Costa Rica. Sin fecha.
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